La pesadilla de Mafalda

Es hora de almorzar y una vez más el olfato te guía. En el ambiente hay una curiosa mezcla de productos frescos, condimentos y especias, como llegadas de un mundo muy muy lejano. La mezcla es fascinante y sin pensarlo tus pies han entrado en un pequeño local algo rústico pero moderno, con ese toque que algunos llaman hipster. Una propuesta clara y fascinante para los amantes de la sopa. Esta recomendación no podría estar más alejada de lo habitual, pero al mismo tiempo no podría ser más atractiva, si te gustan las sopas, claro. Por otro lado si eres como Mafalda y las odias, te recomendamos dejes de leer ahora mismo.

Bien. Si estás leyendo esto es porque te sientes motivado a probar alguno de esos caldos de autor de los que presume la pizarra de la puerta. Hay combinaciones y caldos para todos los gustos. ¡Bendita sopa!