No hay mejor regalo que el de artesanos locales

Es la novedad del pueblo. Su presencia se divisa a la distancia. Su ubicación es estratégica para cualquier transeúnte curioso, pues estando ahí es inevitable no entrar. Desde tu primer pie en la puerta ves la dedicación y el tiempo que le han puesto al espacio, todo muy bien pensado y ordenado para que no te pierdas de nada. Su dueña quiere, en estas paredes, reflejar el más puro arte local. Y se nota. 

Cada sector es un concepto y en cada objeto, hay una realidad detrás. La primera habitación llena de cosas de madera, la segunda con cosas de plata y en la habitación más grande, un taller de telares entre cuadros patagónicos. Ya tienes decido llevar de aquí todos los regalos para llevar a casa, pero tu mayor sorpresa es al salir, pues la bolsa que llevas en tu mano es reciclada de diarios y revistas – un toque especial.