Un día con una familia Tzotzil

Llegas a un valle rodeado por mosaicos de colores hechos de miles de flores cultivadas y laderas de pinos. La vida allí es como la de hace años. Te sorprende cómo la madre teje sin dificultad en el telar de cintura. Sus manos se mueven como si nada y no deja de estar concentra en la cocina. Es como que todo lo puede hacer, definitivamente una mujer del siglo XXI. Sin embargo, a su alrededor todo indica que los años han pasado muy lento y no tiene intención de soltar sus tradiciones.

Mientras te deleitan con sabores indígenas y una rica bebida con alcohol llamada posh, ves cómo los hermosos chales de tonos lilas, verdes y azules cuelgan a un lado de la casa. Te cuentan que el lila es el color que está de moda y por eso es el que resalta en la vestimenta de las mujeres del pueblo. Antes de terminar la comida te das cuenta de que su sabor es distinto a la típica mexicana, ésta vino con un toque mejorado.