Amantaní, Peru
Toma un barco del puerto de Puno, es posible contratar un guía también, pero cuidado con los fraudes.
Te acercas a la isla y escuchas solo el motor del barco y el mar moviéndose. La isla se ve tranquila y casi abandonada. Al acercarse empiezas a ver los cerros y en su cima vislumbras las ruinas de Pachamama y Pachatata. Los locales creen en las fuerzas de la tierra y una vez al año, en enero, organizan una corrida a los cerros para pedir buena cosecha. En los cerros te sientes conectado con las fuerzas de la madre tierra. Déjate llevar y disfruta de los sonidos de la naturaleza.
Sube a los cerros a conocer los templos Pachamama y Pachatata, que están en general cerrados pero se puede ver desde afuera. La vista del lago desde las alturas es como de fotografía de revista. Si quieres entrar a conocer casas de locales o incluso almorzar con ellos, lleva algo de comida como arroz o azúcar como regalo.