Un baño único (y frío)

Sus aguas han sido testigo de los viajes realizados por increíbles trotamundos durante toda la historia. Es un estrecho de clima imprevisto y de temperaturas drásticas. Es de aquellas aguas indomables que requieren de agallas para conquistarlas. Has leído que varios han intentado cruzarlo, incluso es posible que hayas oído la increíble historia de Julieta Núñez, que lo ha cruzado ya tres veces.

Evidentemente, no estaba en tus planes realizar esta travesía cuando pensaste visitar Punta Arenas, pero ¿por qué no un pequeño baño? Te quitas los calcetines y primero solo sumerges la punta de un dedo del pie. ¡Está helada! Lo sabes, lo sientes, pero estás ahí y no hay vuelta atrás. Te quitas el resto de la ropa y ya estás preparado para una más que refrescante e inolvidable experiencia.